PROYECTO DE NUEVA INSIGNIA POR LA DEFENSA Y DIGNIDAD DE LA VIDA
JUNTA DE GOBIERNO
Queridos hermanos y hermanas:
La Iglesia Católica siempre será incansable en el anuncio del evangelio de la vida, que es el mayor don de Dios y que es necesario proclamar, defender y proteger desde su concepción hasta su término natural.
El Papa Francisco nos habla constantemente de la vida y de la defensa y dignidad de la misma, invitándonos a estar atentos frente a las densas tinieblas que la amenazan y la destruyen, entre ellas, el creciente irrespeto por la vida humana que sesga a diario la existencia de tantos inocentes a través del aborto y la eutanasia. También nos hace un llamamiento: que asumamos decisiones valientes y contra corriente en defensa de esta.
A este llamamiento se une lo promulgado por la Conferencia Episcopal Española en las diferentes campañas sobre la defensa del derecho a la vida, donde anima a todos los católicos a tomar iniciativas. De igual modo, nuestro Arzobispo de Sevilla Monseñor D. Juan José Asenjo, afirma que las iniciativas de las cofradías contra el aborto y la eutanasia son coherentes con su condición. Por todo ello nuestra hermandad, que desde siempre ha respetado y defendido el valor sagrado de la vida desde la concepción hasta su ocaso natural; promueve y difunde de un modo particular esta defensa desde hace años incluyendo en nuestra protestación de fe la defensa de este derecho y don sagrado así como también portando en uno de los cirios luceros, -aquellos que situados más cerca de la Santísima Virgen la iluminan en su paso de salida el Jueves Santo- una inscripción dedicada a la memoria de los no nacidos víctimas del aborto. Asimismo, colabora con fundaciones pro-vida.
La continua inquietud por parte de la hermandad de evangelizar y concienciar con amor y caridad en este terreno, la lleva a dar un paso más: la creación de una nueva insignia para el cortejo procesional dedicada a la defensa de la vida humana y su dignidad, a fin de hacer patente nuestro sentir, sirviendo esta para testimoniarlo públicamente.
Es por todo esto que queremos encomendar a través de la oración el fruto de este proyecto a la Santísima Virgen de la Concepción Inmaculada, aquella que en Guadalupe se presentó como “Madre del verdadero Dios por quien se vive” , para que por su intercesión se afiance en nuestra sociedad la cultura de la vida y se proteja inexcusablemente a los más débiles e indefensos, la vida humana concebida y no nacida y la vida en su ocaso, la de los enfermos y ancianos.
Desde la Junta de Gobierno queremos manifestar que nos sentimos muy orgullosos e ilusionados con este proyecto pionero, lleno de amor y misericordia. Es por ello que queremos emplazar a la participación del mismo a todas aquellas personas de buena voluntad que así lo deseen, especialmente a los hermanos y devotos de la Vera Cruz, a fin de colaborar y sufragar el mismo.
Interesados contactar con la Junta de Gobierno.
DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA INSIGNIA
De silueta simétrica, irregular y rígida, forrada en terciopelo verde oscuro y bordada en oro con sedas naturales, presenta forma alargada y apuntada con unas medidas de 75 cm en su lado más ancho por 1’43 cm de alto, combinando formas cóncavas y convexas que en su interior se unen por medio de ornamentación también simétrica, todas con carácter vegetal y floral. Éstas formas vegetales, un clásico en bordados cofrades, van dando forma a la insignia, la cual contiene un mensaje de fe y ciencia que se desarrolla en torno al tema principal de la misma: la apología y defensa de la vida humana y su dignidad, desde la concepción hasta su fin natural. Se trata pues de una pieza excepcionalmente original y pionera.
La insignia conjuga dos estilos artísticos como son el barroco y el inspirado en el estilo “juanmanuelino”, dotando a ésta de una curiosa personalidad.
La pieza arranca en su totalidad de la flor de cuatro pétalos que, situada en la zona superior central y contenida en el interior de la estrella de ocho puntas de estilo barroco, sirve como origen y nacimiento de todo el repertorio ornamental, vegetal y floral, que discurre verticalmente y de forma descendente para cubrir la totalidad del espacio perimetral de la misma. Siguiendo el estilo barroco, destaca también la profusa ornamentación vegetal que abraza y envuelve el escudo corporativo de nuestra venerable hermandad.
Con un acentuado guiño “juanmanuelino”, estilo que surge a comienzos del siglo pasado de la prolífica y fascinante producción del diseñador y bordador sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda, se plasma una composición que aspira a ser grácil, sinuosa y esbelta, donde con sencillos y elegantes trazos se bordan serpenteantes tallos que se entrelazan a ambos lados del eje central dando personalidad a la pieza. Al tomar como referencia la última etapa de este gran creador en su vertiente más rica, se juega con nuevos movimientos en toda la superficie de la insignia a base de roleos, hojas de acanto, rosas y lirios en estado floreciente, entre los cuales se acoplan y distribuyen copiosos lirios cerrados. Toda esta ornamentación, que además contiene motivos alusivos de carácter científico sobre las diferentes etapas de desarrollo del ser humano en el seno materno; da forma a las tres partes que componen el estandarte.
Destacar en la parte central del estandarte la imagen de la Santísima Virgen María en su advocación de Guadalupe inscrita en un óvalo y bordada en seda, imagen de gran impacto y peso visual.
Otra singularidad de esta esplendida pieza es, que tanto la cabeza como las manos de ambos ángeles se realizarán en madera policromada, al igual que el bebé nacido. Las alas serán bordadas sobre el terciopelo.
El resultado final es la creación de una pieza que emana sencillez y armonía, todo ello sin menoscabo de belleza, elegancia y cierto toque de alegría y con un contenido cimentado en torno a un mensaje catequético y didáctico de fe y ciencia que, sin lugar a duda, cumplirá su finalidad: evangelizar y crear conciencia.
De esta manera, la hermandad de la Vera Cruz, cumple su obligación y compromiso en la mayor de sus misiones: la caridad apostólica por la defensa y dignidad de la vida desde la concepción hasta su muerte natural.
Autor del diseño: Antonio Bohórquez Salvador, diseñador cofrade, arquitecto y profesor.
pergaminosartisticos.blogspot.com
EXPLICACIONES DETALLADAS PARA UNA MAYOR COMPRESIÓN DEL DISEÑO, SENTIDO Y SIGNIFICADO DE LA INSIGNIA
San Miguel Arcángel: en el remate o corona del asta vertical, encima de la peana, la imponente figura de San Miguel Arcángel designado por Dios como general de la milicia celestial. Éste representa o simboliza la victoria de Dios sobre satanás, del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte. En definitiva, la victoria de Dios y de la Verdad sobre el padre de la mentira y todas sus obras, incluida la diabólica cultura de la muerte a través del aborto y la eutanasia.
Peana: en la parte superior de la peana que sirve como base que sustenta la impresionante figura de San Miguel Arcángel derrotando al demonio, se enmarca la siguiente leyenda: “La vida vencerá y no faltan signos que adelantan la victoria”. Desde el punto de vista ornamental, se decora con los mismos motivos vegetales que la insignia, destacando las diversas etapas de gestación y crecimiento del ser humano no nacido en el seno materno. Se inscriben también los títulos de Encíclicas papales Humanae Vitae, Familiaris Consortio, Evangelium Vitae y el documento magisterial Donum Vitae, que argumentan la defensa y dignidad de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural; en base al 5º Mandamiento de la Ley de Dios, no matarás, así como al Catecismo de nuestra Iglesia Católica.
Flor de cuatro pétalos: estilizada flor de jazmín que simboliza a Dios Creador, origen de todo, el Alfa y Omega, el Principio y el Fin. Se representa de la misma forma y posición que en el hábito o túnica de la Virgen de Guadalupe, a la altura del vientre materno
Estrella de ocho puntas: representa a la Madre de Dios en el misterio de la Encarnación, conteniendo en su interior la flor de cuatro pétalos. Tiene ocho puntas al igual que las estrellas que aparecen en el manto de Ntra. Sra. de Guadalupe y rinde homenaje a la Patrona de nuestra localidad, Ntra. Sra. de la Estrella.
Ornamento vegetal: nace y parte de la flor de cuatro pétalos, extendiéndose a través de la estrella. Representa el origen sagrado de la vida que procede de Dios y simboliza un cordón umbilical que contiene la distintas etapas de gestación y crecimiento del ser humano no nacido, en fase embrionaria y fetal, tal como demuestra la ciencia.
Título del estandarte: DEFENSA DE LA VIDA DESDE LA CONCEPCIÓN HASTA SU FIN NATURAL
Bebé en diseño “Escher”: efecto artístico que relaciona figura y fondo y que pretende desafiar a los modos tradicionales de representación.
Al realizar el bordado vegetal de la hoja de acanto, se consigue el efecto óptico de la figura de un bebé. Diseñando en esta forma, se quiere escenificar la existencia del ser humano que ya existe y que tiene vida aunque no se vea.
Nombre de Jesús: escrito en arameo, lengua nativa de Nuestro Señor Jesucristo.
Corazón: representa la devoción al Sagrado Corazón de Jesús de nuestra nación, España y que en este Año Jubilar 2019 celebra el centenario de su consagración. Nuestra hermandad queda unida así a esta importantísima celebración, rindiéndole devoción a Nuestro Señor Jesucristo y Rey.
Imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe:
“Apareció en el cielo una señal grande, una Mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de los pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas…” Apocalipsis 12:1
A un tamaño preferencial y situada en la parte central de la insignia, el mejor de los ejemplos en la defensa y protección de la vida: la Madre de Dios. Intercesora y mediadora entre Dios y el hombre, se representa en la figura de la Santísima Virgen de Guadalupe de Méjico, imagen de la Virgen embarazada a la que nuestra Iglesia Católica le otorga y encomienda la custodia de la vida.
Óvalo y texto inferior: representa al sol que envuelve a la Virgen y proyecta la misma cantidad de rayos (129) que la imagen original.
“SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE” son las palabras exactas con la que se presentó Ella misma a San Juan Bernardino, tío de San Juan Diego, cuando se le apareció para sanarle de sus enfermedades.
Flor de lis: alineadas al seno materno de la Virgen de Guadalupe y a la flor de cuatro pétalos se sitúan las tres flores de lis que contiene el estandarte y cuyo número alude claramente al dogma trinitario.
La hoja recta de la flor representa la omnipotencia de Dios Padre y las dos hojas inclinadas, la sabiduría y amor del Hijo y del Espíritu Santo, simbolizando así a la Santísima Trinidad.
Se trata también de un símbolo mariano de nuestra Iglesia Católica que representa a la Inmaculada Concepción, Reina del Cielo y de la Tierra, la que pisa con su talón la cabeza de la serpiente y nos señala el camino a la Santísima Trinidad como Hija sin igual de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
Además, esta flor de tres pétalos simboliza la triple virginidad de la Madre de Dios, antes, durante y después de dar a luz a Jesucristo.
Bebé en diseño “Escher”: efecto artístico que relaciona figura y fondo y que pretende desafiar a los modos tradicionales de representación.
Al realizar el bordado vegetal de la hoja de acanto, se consigue el efecto óptico de la figura de un bebé. Diseñando en esta forma, se quiere escenificar la existencia del ser humano que ya existe y que tiene vida aunque no se vea.
Cruz de Malta o de San Juan: representa la vinculación de nuestra hermandad a los Caballeros de la Orden Hospitalaria o Caballeros de San Juan de Jerusalén. Es un símbolo usado desde el siglo XII y su diseño se basa en las cruces utilizadas desde la Primera Cruzada. Sus ocho puntas, entre otras interpretaciones, indican las virtudes que los caballeros debían alcanzar; amor a la verdad en todas las cosas, desplegar humildad, buscar justicia, ejercer la fe y demostrarla, arrepentirse de los pecados, ser misericordioso con los otros, mantener una mente y corazón puro y soportar las injusticias y persecuciones.
Ángeles: bajo la imagen de la Virgen y situados en la frontera simbólica entre el Cielo y la Tierra, que se representa con la separación del ornamento vegetal superior del ornamento vegetal inferior, dos ángeles se dirigen a la Virgen como Madre nuestra, uno de ellos portando en sus brazos a un ser humano nacido y el otro llevando entre sus manos a un ser humano no nacido, escenificado en una silueta de bebé.
La escena representa a todas las víctimas fruto de la falta de amor y del egoísmo humano en cualquiera de sus formas (guerras, aborto, eutanasia, etc…).
Rosas: flor de un profundo sentido espiritual en el cristianismo, elegidas por Ntra. Sra. de Guadalupe, Madre de Dios, para quedar estampada su imagen en la tilma de San Juan Diego.
Diez son las rosas que aparecen en la insignia y que vienen a representar a cada hermandad y cofradía que actualmente existen en Coria del Río, con la singularidad de contener en su interior las distintas etapas de la gestación del ser humano no nacido.
Destacar el significativo detalle de la inclinación acentuada de dos bebés, así como de dos rosas y dos lirios, los más cercanos a la estrella, como muestra de reverencia a Dios y a su Bendita Madre.
Lirios o azucenas: se representan de forma estilizada y en estado semifloreciente. Suman junto con las rosas la cantidad de treinta y cuatro, simbolizando así los treinta y tres peldaños de la calle San Juan más uno de acceso a la ermita.
Además, como una preciosa antología de espiritualidad, aparecen cincuenta y nueve lirios cerrados que representan a modo simbólico las cuentas del Santo Rosario, piadosísima oración al alcance de todos.
Escudo de la Hermandad: iconográfico elegido para representar la parte terrenal en la insignia. Se sitúa en la parte inferior del estandarte, detalle este que busca ser identificador de humildad por el que se caracteriza nuestra hermandad.
El ornamento vegetal más compacto bajo el escudo de la hermandad que lo alberga y acoge, hace referencia al vínculo fraternal que une a todos los miembros de la corporación, verdaderos hermanos dentro de ella.
Gota de rocío sobre la hoja de acanto: gota de cristal que viene a representar a la Hermandad del Rocío, con la que nuestra Hermandad de la Vera Cruz y el pueblo de Coria del Río tiene una especial vinculación y devoción.
SAN MIGUEL ARCÁNGEL COMO REMATE DE LA INSIGNIA
Introducción
Conjunto escultórico representativo del noble combate y victoria de San Miguel Arcángel como jefe de la milicia celestial, patrono y defensor de la Iglesia sobre el mal, sobre el demonio.
Tipo de escultura, material y técnica
Tomando como referencia e inspiración la obra de August Vogel por expreso deseo del cliente, es realizada utilizando como material la plastilina escultórica, con la finalidad de proceder a ser moldeada y posteriormente trabajada en el tradicional y noble arte de la orfebrería, recayendo tal responsabilidad en el conocido y prestigioso taller de Villareal en Sevilla.
Escultura de bulto redondo, ya que la podemos observar desde todos los ángulos, que descansa sobre peana y con unas dimensiones de 42 cm de alto en su totalidad.
Descripción
Talla de San Miguel Arcángel, combatiente y victorioso. Con aureola, de rostro imponente y poderoso, proyecta su figura curvas y movimientos suaves, de volumen proporcionado.
Con alas semi-desplegadas, alza su brazo derecho portando en su mano una cruz como arma contra el demonio. En su brazo izquierdo, porta escudo en el que se identifica claramente inscrito en él, la cruz y en el centro de esta, el símbolo que representa iconográficamente al Sagrado Corazón de Jesús, Señor a quien sirve.
Con pie izquierdo pisa decididamente a la figura del demonio, representativa del mal, sobre su espalda y cuello. Destacar que la leve genuflexión en pierna izquierda le otorga un movimiento y dinamismo que contribuye a reafirmar la ligereza de la composición.
En lo que respecta a su atuendo, viste loriga y faldellín de corte helenista.
El modelo iconográfico del mal derrotado es representado en su conjunto por una figura mitad hombre de rostro maléfico, exhausto y vencido, con cuernos de carnero en su cabeza, grandes y afiladas uñas en sus manos y alas de dragón; y mitad serpiente con dragón.
La descripción de esta pieza escultórica en su conjunto resulta llena de expresividad, que con movimientos elegantes y equilibrados, y con esmeradísima ejecución en rasgos, permite calificarla como hermosa y exquisita.
Iniciada la obra en los primeros días del mes de junio, es terminada y firmada en mi taller de Madrid, a los catorce días del mes de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz y en el año del Señor de 2019.
Autor obra escultórica: Antonio José Martínez Rodríguez, escultor e imaginero.
BOCETO PEANA: en la parte superior de la peana que sirve como base que sustenta la impresionante figura de San Miguel Arcángel derrotando al demonio, se enmarca la siguiente leyenda: “La vida vencerá y no faltan signos que adelantan la victoria”. Desde el punto de vista ornamental, se decora con los mismos motivos vegetales que la insignia, destacando las diversas etapas de gestación y crecimiento del ser humano no nacido en el seno materno. Se inscriben también los títulos de Encíclicas papales Humanae Vitae, Familiaris Consortio, Evangelium Vitae y el documento magisterial Donum Vitae, que argumentan la defensa y dignidad de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural; en base al 5º Mandamiento de la Ley de Dios, no matarás, así como al Catecismo de nuestra Iglesia Católica.
COMISIÓN DE INSIGNIA
Desde esta Comisión queremos transmitir la satisfacción y alegría por el bellísimo diseño de insignia creado por el conocido diseñador cofrade, arquitecto y profesor, D. Antonio Bohórquez Salvador, al igual que por la tan excelsa composición y metódica ejecución por parte del autor del conjunto escultórico, el acreditado y afamado imaginero D. Antonio José Martínez Rodríguez, obteniendo como fruto una obra de gran calidad artística.
Comunicar que tanto el diseño de la insignia, como la obra escultórica y la primera fase del proyecto correspondiente a la orfebrería (asta, peana y conjunto escultórico) ha sido sufragado al completo por una familia de hermanos y donada a nuestra Hermandad de la Vera-Cruz, contribuyendo de esta forma, a la creación de la nueva y pionera insignia por la Defensa y Dignidad de la Vida Humana desde su concepción hasta su fin natural.
Informar a todos los hermanos, que dicha talla escultórica se encuentra en el reputado taller de orfebrería de Villarreal, estando prevista su finalización para el próximo mes de diciembre de 2020, siendo la intención de la Comisión de Insignia poder presentarla durante el triduo a la Santísima Virgen. Con ello, finalizará la primera fase de ejecución del proyecto de insignia.
Todos aquellos hermanos y devotos que estén interesados en participar sufragando la segunda fase del proyecto (bordado del estandarte), deben contactar con la Junta de Gobierno para una información detallada y hacer su aportación económica en la cuenta que la hermandad ha habilitado para este fin. Como gratitud y reconocimiento hacia aquellos que colaboren, quedará grabada una inscripción con su nombre en el interior del citado estandarte junto con una leyenda y oración.
Entidad bancaria: CaixaBank
Nº de Cuenta IBAN: ES97 2100 7778 1122 0013 7618
Importe:
Concepto: Estandarte Vida y datos del donante
PROCESO FUNDICIÓN SAN MIGUEL ARCÁNGEL
FOTO CORTESIA DE TALLERES VILLAREAL